Todo ello sin que la vicepresidenta y locuaz portavoz del actual gobierno evidencie el más mínimo sonrojo, eso sí respaldada por el tenaz e interesado desatino de un montón de expertos muy bien pagados por la mano generosa de los mercados financieros.
En el RD 20/2011, que además de congelar formalmente nuestras retribuciones, las reduce de hecho al elevar la carga impositiva que tenemos que asumir, a lo que sumamos, en crecimiento negativo como dicen ahora, el 0,3% que se tenía intención de destinar al denostado e impuesto plan de pensiones de la AGE. Por cierto, una medida a considerar por los sindicatos que van a seguir recibiendo las correspondientes comisiones del "dichoso" plan de pensiones podría ser la disolución de este con el correspondiente reparto entre todos los partícipes/obligados. Entendemos que es una labor complicada, casi tanto como modificar la Constitución que los dos partidos fieles al casino especulativo/financiero no tardaron ni 48 horas en modificar. Querer es poder. Pues bien, en este RD se coló de tapadillo, en la disposición final decimoséptima, una ayudita de 103.000 millones de euros a las entidades financieras. El silencio de la vicepresidenta sobre este asunto fue absoluto, su locuacidad nula.
Los medios oficiales ya no argumentan, solo confunden, crean incertidumbre, asustan con la intención de llevarnos, como dice Naomi Kleim (recomendamos su libro "La Doctrina del Shock") a un permanente estado de shock que paralice toda rebeldía y allane el camino a nuevas agresiones/recortes.
LO QUE NO SE DICE :
· Tenemos que pagar todas las deudas, también las privadas : La deuda pública española es menos de la mitad que la deuda privada, pagamos la primera y avalamos la segunda, luego pagamos las dos, eso sí, de los beneficios de la segunda ni vimos, ni veremos nada. Ahora pagar esa deuda, sobre todo la privada, se antepone al bienestar de la población, peor aún, se intenta poner a los servicios públicos en las manirrotas manos del sector privado.
· Estamos en manos de unos pocos que nos quieren dejar en pelotas : A finales de 2006 sólo una veintena de grandes familias eran propietarias del 20,14% por ciento del capital de las empresas del Ibex-35 y una pequeña élite de 1.400 personas, que representan el 0,0035% de la población española, controlaba recursos que equivalen al 80,5% del PIB. Son estas familias las que se reunieron en su día con Zapatero y las que luego acudieron al despacho de Rajoy.
· Quieren que paguemos el descontrol de la burbuja inmobiliaria : El crédito total destinado a la actividad productiva se multiplicó entre 2000 y 2007 por 3,1, el dirigido a la industria por 1,8, el de la construcción por 3,6 y el dirigido a la actividad inmobiliaria por 9. Y en 2008 el crédito a la construcción y a las actividades inmobiliarias representaba el 47 por ciento del total cuando en el año 2000 sólo era el 25 por ciento.
· Las desigualdades crecen, la renta no se reparte, se acumula en cada vez menos manos : Según la Encuesta Financiera de las Familias del Banco de España sólo entre 2002 y 2005 la renta media correspondiente al 20 por ciento más pobre de los hogares de España se redujo en un 23,6 por ciento mientras que la renta media del 10 por ciento más rico se incrementó más de un 15%..
· Crece la economía especulativa, pierde valor la productiva, el trabajo : El Consejo Económico y Social mostraba en su Memoria de 2007 que mientras que en 2006 la retribución del trabajo creció un 3,4 por ciento, los beneficios de las sociedades que cotizan en Bolsa lo hicieron por encima del 26,6 por ciento.
· La riqueza que no se reparte se acumula y solo sirve a una casta privilegiada : Los beneficios de las 35 mayores empresas españolas que cotizan en Bolsa fueron de 51.613 millones de euros en 2010, lo que supone una subida del 24,7 por ciento con respecto al año anterior, mientras que los salarios perdieron 2 puntos porcentuales de poder adquisitivo en ese mismo año, cuando sólo subieron alrededor del 1 por ciento frente al 3 por ciento de la tasa de inflación.
· No sobra sector público, sobran mentiras : En contra de las falsedades que se vienen diciendo para justificar el recorte del gasto en el sector público, lo cierto es que España es uno de los países integrantes de la UE-15 con un sector público de menor tamaño. Nuestro porcentaje de población empleada en él sobre el total de población activa era del 12,75 por ciento en 2008 mientras que el de Dinamarca llega al 31,27 por ciento, el de Finlandia al 24,64 por ciento o el de Suecia al 26,2 por ciento en 2007.
· Existen recursos, pero el gobierno económico, solo existe este, no quiere que salgan a la luz : La economía sumergida, según los datos del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda calcula que representa en torno al 23 por ciento del PIB, es decir, unos 245.000 millones de euros, con menos del 10% se cubrirían con creces lo que se prevé ahorrar con los actuales recortes.
· Menos pan y más lujo : Baja la venta de coches utilitarios y aumenta un 80% la venta de coches de lujo, ahora llamados de alta gama.
Hasta aquí solo algunos apuntes económicos que ponen en evidencia los mantras catastrofistas "oficiales" que justifican que los recortes han de recaer siempre en la parte menos agraciada de la población para que un grupo reducido siga enriqueciéndose sin límite.
Nos gobierna la economía especulativa, la economía ficticia donde la ética no existe, tan solo el afán de acumulación cueste lo cueste, a costa de lo que sea y caiga quien caiga. Esto es el capitalismo, ni rostro humano, ni nada que se le parezca.
Todo ello en un llamado estado democrático donde se nos dice, desde los púlpitos del poder, que solo existe un camino de salvación, el que marcan los mercados y sus profetas, las primas de riesgo y sus agencias de calificación (Standar and Poor, Mood’ys y Fitch). Ni aquellos, ni estas fueron elegidos, luego la democracia no es que esté en entredicho, está prácticamente anulada.
Ante esta sangría de recortes de nuestros derechos no queda otra alternativa que moverse, nos va en ello todo. No tienen razón, sus medidas son injustas, nos agreden y ante la agresión no queda otra que acudir a una defensa propia colectiva. Nuestra sumisión ayuda a alimentar su insaciable codicia. Es hora de pasar a la acción.