De FETAP: http://fetap.cgt.es/la-hucha-de-las-pensiones-suena-a
Es una vieja estrategia esta de jugar con el miedo de la gente, pero parece que sigue funcionando.
Es una vieja estrategia esta de jugar con el miedo de la gente, pero parece que sigue funcionando.
Amenazar 
insistentemente con el agotamiento del Fondo de Reserva de la Seguridad Social 
es una estrategia calculada por el gobierno accidental de cara a ir preparando 
el camino para un nuevo recorte del sistema público de pensiones. 
La 
medida es tan simplista como mentirosa, parte de una falacia evidente: no hay 
dinero en la hucha, luego no hay recursos para las pensiones así que habrá que 
recortarlas, se saca el miedo a pasear y de esta forma se nos "invita" a 
cabalgar de mal menor en mal menor hasta la miseria final. 
Las 
huchas tienen una única ranura pero esta tiene una doble función, sirve para 
sacar pero también para meter dinero, de esto último hace tiempo que se han 
olvidado, muestra clara de lo poco o nada que les importa el bien común, lo 
público.
Huchas 
o fondos de reserva aparte, lo que sí está claro es que hay recursos más que 
suficientes para disponer de un sistema de pensiones suficiente y periódicamente 
revalorizable siempre que pongamos a trabajar a una buena parte de la riqueza 
del país a favor de poner en práctica este derecho, claro que si lo que se 
pretende, a la vista está,  es cargarse el sistema público para enviarlo 
directamente a la selva del mercado en forma de fondos y planes de pensiones 
privados, el camino marcado es el idóneo.
El 
gobierno accidental y los anteriores, con el apoyo inestimable de CC.OO., UGT y 
la CEOE, han construido unas barreras  infranqueables en forma de 
recomendaciones amparadas por el Pacto de Toledo. 
La 
primera de ellas es que las pensiones solo se puedan pagar con las cotizaciones 
al imponer separar las fuentes de financiación. Esto implica que gracias 
a los recortes de los derechos laborales: bajada de los salarios, aumento de la 
precariedad laboral, cambio de los contratos a tiempo completo por otros a 
tiempo parcial, aumento de las horas extras ocultas pero caída en picado de su 
cotización (-56,4% durante la crisis), etc., traiga como resultado una bajada 
imparable de las cotizaciones. 
La 
segunda es consecuencia de la primera: sistema complementario, esto es, 
potenciar los planes privados de pensiones en todas sus modalidades, ejemplo 
cercano de esta recomendación del Pacto de Toledo es nuestro "flamante" plan de 
pensiones de la AGE, claro ejemplo de incoherencia: desde lo público se suscribe 
un plan privado de pensiones con el apoyo, también en este caso, de los 
sindicatos CSIF, CC.OO. y UGT. La lógica no puede ser más suicida, desde dentro 
se cargan el sistema público limitando su fuente de financiación a unas 
cotizaciones cada vez más menguadas y, en paralelo, "sugieren, invitan", obligan 
a suscribir planes privados de pensiones a quien tenga medios suficientes para 
pagarlos.
Estas 
barreras hay que derribarlas, en caso contrario en poco tiempo acabaríamos con 
el sistema público de pensiones y seríamos cómplices de su reconversión en mero 
estado de beneficencia. 
Se 
está jugando con las cartas marcadas de una baraja tramposa donde los triunfos 
siempre caen del mismo lado. 
El 
Gobierno accidental no deja de presumir de nuestro crecimiento económico, un 
3,2% en 2015, y un previsible 2,7% en 2016. Las pensiones, por contra, un 0,25%, 
nuestros salarios un 0%, la pobreza y la exclusión social continúan al 
alza.
No 
podemos seguir asumiendo como algo natural el desigual reparto de la riqueza. La 
acumulación de grandes recursos económicos en cada vez menos manos lo único que 
consigue es panamenizar, enSuiza; hablando en plata, robar una buena parte de 
los recursos que salen del esfuerzo común y que deben volver a la gente en forma 
de unos servicios sociales de calidad, entre ellos un saneado y suficiente 
sistema público de pensiones. 
 


 
