Fátima Báñez, ministra de Empleo y Seguridad Social, tiene una vivienda en Madrid y otros cinco pisos en Huelva, además de dos fincas de secano y un solar en esa misma provincia, de la que es representante en el Congreso por el PP. Pese a que vive en la capital de España desde hace casi una década, Báñez sigue cobrando los 1.823,86 euros mensuales que le paga la Cámara Baja para alojamiento y manutención, supuestamente para ayudarla a sufragar sus gastos de estancia como diputada de fuera de Madrid.
La mayoría de los diputados foráneos con casa en Madrid -como es el caso de la ministra de Empleo- argumentan que, además de su trabajo en el hemiciclo, deben viajar con frecuencia a sus circunscripciones de origen para mantener el contacto con sus electores, y que las dietas de alojamiento y manutención que perciben del Congreso les sirven para cubrir esos gastos. Báñez, sin embargo, sólo se desplaza a Huelva para atender asuntos personales -su familia es dueña del conglomerado empresarial Grupo Báñez García S. L., con intereses en la construcción y la ganadería- o como representante del Gobierno.
Ninguno de los miembros del Ejecutivo que son también diputados -todos salvo Luis de Guindos (Economía), José Manuel García Margallo (Exteriores), Pedro Morenés(Defensa) y José Ignacio Wert (Cultura)- ha renunciado a percibir las dietas que paga el Congreso para alojamiento y manutención: 1823,86 euros para los parlamentarios de fuera de Madrid y 870,56 euros para los de la capital. Esta última cantidad es la que ingresa el propio Mariano Rajoy, pese a que vive con su familia en el palacio de La Moncloa.