martes, 31 de enero de 2012

No al copago

“No al copago sanitario".



Una carta de una médico y una economista, redactada para El País, refutando el artículo “Elogio al Copago”. A la espera de que El País la publique la ponemos en conocimiento de la gente por su gran relevancia. (* Como aclaración, el título de la carta pone “Copago” y no repago porque es respuesta a un artículo de ElPaís que se lo llamaba copago. El nombre real debería ser “repago” o “impuesto a la enfermedad”)





El motivo de esta carta no es otro que el mostrar mi completo desacuerdo con el artículo “Elogio al copago”, de Enrique Costas Lombardía, publicado en El País el 27 de Enero.

Todos y cada uno de los puntos que nombra son refutables con datos y estudios, pero para ser breve limitaré mi oposición al siguiente argumento genérico: las personas, al saberse protegidas y con acceso ilimitado a la asistencia, abusan de modo innecesario de la asistencia sanitaria (síndrome de barra libre), “sin consecuencias médicas para la salud”. Pues bien, esto no es cierto; según datos de la OCDE de 2009, en España, a pesar de ser de los ya pocos países desarrollados sin copago, el número de visitas médicas por paciente es sólo levemente superior a la media Europea. Casi dos tercios de esas visitas son de atención primaria, pues nuestro sistema sanitario está basado en una medicina muy preventiva.

Los ciudadanos saben detectar síntomas (fiebre, dolor de cabeza..), pero no necesariamente interpretarlos ni determinar qué pruebas o tratamientos necesitan (lo que en economía de la salud se conoce como “información asimétrica”).

El copago retrasa el acudir al médico y efectivamente disminuye el número de visitas, pero las enfermedades no detectadas y tratadas en fase inicial progresan, y al final tenemos que atender a “menos pacientes”, pero más graves y que precisan tratamientos mucho más caros (como demostró el centro de Información Biotectnológica de EEUU con un experimento de copago a gran escala en Oregón).

Según la OMS, la medicina preventiva supone un menor gasto, mejores resultados sanitarios y mayor satisfacción de los usuarios. España es el mejor ejemplo de ello; según diferentes rankings internacionales, tenemos el tercer mejor sistema sanitario del mundo, y esto se basa en que nuestra estancia media hospitalaria es inferior a la de la mayoría de los países desarrollados, tenemos mayor esperanza de vida y menos mortalidad infantil, cubrimos a casi el 100% de la población y todo ello invirtiendo en sanidad un menor porcentaje del PIB que Alemania, Bélgica, Francia o USA. ¿No querían eficiencia?”


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Hagamos que la carta llegue a todo el Mundo, pues muchos de los medios de información sólo muestran los elogios al copago y no los datos empíricos ni que un copago provocaría más coste para el Estado y para nuestra salud (demostrado con datos y hechos sanitarios y económicos”.


Para más información sobre la sanidad también está el Contrainforme sobre la sanidad privada
* Se ha publicado en El País otra respuesta a ese artículo. ¿Elogio al copago? donde crítica los efectos del copago, repago mejor dicho.