En estas fechas, la clase política europea nos ha amenazado a toda la población con un nuevo tratado que redefina a la Unión Europea. El Pacto Fiscal suscrito por los países de la UE, con excepción del Reino Unido, aboca a los más de 500 millones de personas que habitamos la UE27 a una situación insoportable en condiciones de vida, de trabajo y de calidad medioambiental.
Todas y cada una de las políticas suscritas en el Pacto del Euro, han sido ratificadas por la cumbre de la UE.
Todas y cada una de las políticas suscritas en el Pacto del Euro, han sido ratificadas por la cumbre de la UE.
Los estados garantizarán por ley, el cobro de la deuda y sus intereses, por encima de cualquier otro gasto social, mientras que los banqueros y especuladores se enriquecerán aún más a costa de la privatización de los sistemas públicos de pensiones, de la sanidad y de la educación.
Los países que en sus presupuestos contemplen la “imprudencia”, la “veleidad” de gastar en los intereses generales de la población, de querer cubrir las necesidades sociales (pensiones públicas, salud pública, educación pública, prestaciones de desempleo, prestaciones a la dependencia, etc.), con criterios de justicia social y redistribución de la riqueza social y pongan en riesgo el déficit del 0,5%, serán “castigados” con multas del 0,2% de su PIB, a la vez que el Consejo de la UE, podrá intervenir sus Presupuestos a la vez que corregirlos.
Los estados además, vienen obligados a reducir el gasto en pensiones y así, todos tienen que llevar a cavo reformas en las fechas de jubilación, acercándolas a los 67 años, al mismo tiempo que exigiendo mayores años de cotización para tener derecho a jubilarse a los 67 años.
Los estados reducirán significativamente el gasto corriente en sus plantillas de empleados/as públicos, reduciendo gastos y servicios públicos, destruyendo empleo y rebajando sus salarios.
Con respecto a los mercados privados, acuerdan reformar de manera “drástica” el mercado de trabajo en dos sentidos. Por un lado, reducción de los costes salariales, desligando los incrementos salariales del coste de la vida y creando contratos de trabajo, no ya “basura” sino de coste casi “0” para el empresariado, al ser el/la trabajadora quien pagará su cotización si quiere.
El otro lado la reforma de la Negociación Colectiva : que las Empresas decidan una por una cuales son las condiciones laborales y los precios que pagan por salarios.
En este contexto europeo, ni Rajoy, ni Rossell, ni Toxo, ni Méndez, necesitan empobrecer y precarizar aún más, a los trabajadores y trabajadoras del estado español con una nueva Reforma Laboral, pactada o no pactada.
Desde la Reforma Laboral 2010, impuesta por el PSOE y avalada por toda la clase política (excepción de IU, ERC y BNG), con el PP a la cabeza y el empresariado, los despidos por cualquier causa han aumentado al facultar a los empresarios disponibilidad unilateral del contrato de trabajo y abaratar el despido hasta extremos indecentes.
El paro ha aumentado en casi 600.000 personas y las contrataciones totales, las fijas y las temporales, son las menores en todo el ciclo de la crisis.
Los salarios y los costes salariales medios crecieron la mitad que el IPC, es decir la mitad que el coste de la vida, perdiendo nuevamente poder adquisitivo y van cuatro años.
La presión fiscal ha seguido una senda inversa a los ingresos : empresarios, ejecutivos, directivos, cada vez tributan menos y las personas asalariadas ya soportamos más del 85% del total de la recaudación.
La brecha entre ricos y pobres es la más alta de los últimos 30 años, situándose el estado español en desigualdad por encima de la media de toda la OCDE.
Desde CGT, una vez más, llamamos a la Movilización y la Revuelta Social, como única garantía contra el robo, el expolio de lo de todos y todas, de lo común, de la sanidad, educación, cuidados, trabajo, rentas suficientes, pensiones suficientes y para ello se hace necesario que los millones y millones de personas precarizadas, empobrecidas material y psicológicamente, rompamos el miedo y el terror a que nos someten los empresarios, la clase política, los poderosos y peleemos con esperanza por otro mundo, otra sociedad, donde el reparto de la riqueza social y del trabajo, es un primer paso para salir de esta crisis de un sistema capitalista que nos lleva a la barbarie.
SECRETARIADO PERMANENTE DEL COMITÉ CONFEDERAL DE CGT
11 de diciembre de 2011