De: Irene de la Cuerda
Corren malos tiempos para la lírica, esta frase, que hizo famosa Germán, el integrante de Golpes Bajos y Siniestro Total, recientemente fallecido, icono de un tiempo rebelde y transgresor que hace ya mucho tiempo ha sido sustituido por el acomodo, el desencanto y el marasmo conformista de una sociedad abocada al desastre, me lleva a reflexionar sobre la situación actual de la clase trabajadora de este país, aplastada por el plan perfectamente diseñado por los amos del poder económico neoliberal, con la colaboración de la clase política, que se mueve, cual marionetas bien engrasadas, al dictado de sus amos en el teatro electoral que cada cuatro años, pone en escena la representación del cambiar todo para que nada cambie.
Al calor de una Crisis provocada por estos mismos amos del mundo, se están cercenando todas las conquistas del Movimiento Obrero de los últimos 100 años, conseguidas por mor de las luchas, sufrimiento y vidas militantes de las mujeres y hombres de nuestra clase.
Todo comenzó, con el desarrollismo a ultranza de posguerra impulsado hasta el paroxismo en el Estado Español a partir de la década de los años setenta del siglo pasado. Había que crecer sin límites, aunque ello supusiera llevarse por delante los recursos del Planeta, y por extensión, el Planeta mismo. Con el falso espejismo del Estado del Bienestar, se desmoviliza y adormece el sentimiento de clase y la conciencia social de la población, los medios de desinformación, siguiendo dócilmente las consignas emanadas desde los consejos de administración que les pagan el salario, ponen manos a la obra para el descerebre general y nos hacen creer que ya no hay clases, la clase obrera ya no existe, todos somos clase media, ya no hay lucha de clases y vivimos en un mundo feliz.
"Vemos en los mercados grupos comportándose como manadas de lobos. Si les dejamos actuar atacarán a los miembros más débiles y les destrozaran." Esta frase del ministro de finanzas sueco Anders Borg, que abre el libro "La quiebra del capitalismo Global", del compañero siempre recordado Ramón Fdez. Durán, define perfectamente el plan de ataque de unas élites avariciosas que ante la escasez cada vez mayor de recursos, se lanzan en una huida hacia adelante, al despojo del 99% de la población con el propósito de seguir manteniendo su nivel de vida.
Comienza el nuevo siglo con una sociedad acomodada e individualizada en la que predomina la máxima del "sálvese quien pueda", y la maquinaria neoliberal se pone en marcha.
Las Reformas Laborales y de las Pensiones, impuestas por los gobiernos del PSOE y el PP, en una alternancia de más de lo mismo, (que recuerda dolorosamente al periodo de la Restauración) con la inestimable y necesaria colaboración de los aparatos sindicales del Régimen, CCOO y UGT , mas preocupados por salvaguardar sus privilegios, que por la defensa de los trabajadores a quienes dicen representar. Las privatizaciones, el desmantelamiento de lo público y de los derechos sociales, Sanidad, Educación, Dependencia, Derechos Civiles etc... Hace que amplias capas de la población despierten y al calor de la Movilización del 15 de Mayo, (15M), se organice en Movimientos, Mareas, Asambleas de Barrio, Coordinadoras... de manera horizontal y con un funcionamiento asambleario y de empoderamiento de sus vidas, que recuerda y mucho la organización libertaria. El Poder, quitándose la devaluada careta democrática pone en marcha sus mecanismos represivos.
En esta situación, las mujeres y los hombres de la CGT que han estado luchando contra las privatizaciones, los ERES, luchando con y en los movimientos sociales en defensa de lo público, en los desahucios etc., tenemos que repensar las estrategias de confrontación que nos van a hacer falta ante la ofensiva de desregularización del mercado de trabajo que se nos viene encima, si como parece ser, el Capital acaba poniendo en marcha el TTIP ( Tratado Transoceánico de Inversiones), que finiquita todas las mejoras conseguidas por los trabajadores desde finales del siglo XIX.
La organización tiene los acuerdos necesarios, la estructura suficiente y la voluntad expresada por sus sindicatos en el XVII Congreso, para ser la herramienta capaz de dar respuesta junto con los movimientos horizontales, al margen de instrumentalizaciones electoralistas, desde una praxis libertaria, a estos ataques. Es necesario que desde las Secciones Sindicales, los Sindicatos, las Federaciones Locales, desde lo local a lo general, cada cual con las peculiaridades y el tejido social de sus territorios se organice con los colectivos afines, para resistir primero y luego generar alternativas que nos lleven a un cambio radical del Sistema. La recuperación de la militancia con mayúsculas, la formación y el apoyo mutuo, que siempre ha caracterizado al Movimiento Libertario es imprescindible para enfrentar, con un mínimo de eficacia, el ataque que desde el poder real, el poder económico de las multinacionales que nos gobiernan en la sombra se está perpetrando.
Irene de la Cuerda